Sí queremos una clase media desde luego, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque “queremos sacar a millones de mexicanos de la pobreza, para constituir una clase media más humana, más fraterna.”
En su conferencia de prensa matutina solicitó a su vocero Jesus Ramírez, se reprodujera en la pantalla de plasma parte de una entrevista a Gabriel Cuadri, quien -para sorpresa de muchos- ganó una diputación federal en Coyoacán. Impulsado por el PAN, PRI y PRD, ese personaje aseguró que las megaobras del gobiernos, el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y el resto deberán ser canceladas.
El tabasqueño observó, hizo una mueca de disgusto y retomó su crítica a la campaña de manipulación -que aduce- se desplegó en la Ciudad de México:
“Yo sostengo que fue muy fuerte la campaña de manipulación, y muchos estaban obnubilados, porque son partidarios del régimen de corrupción, de privilegios y de salir adelante, por eso hablo de aspiracionismo, ganar como sea, sin escrúpulos morales.”
Así, reiteró su idea y promoción de la clase media, que sean millones que no dejen de voltear a los desprotegidos, a los marginados y no le den la espalda a los que sufren; “que estén más conscientes y más politizados para que resistan las campañas de manipulación. Que no sean presa fácil de los grupos de intereses creados porque quieren mantenerme el régimen de injusticia, de opresión, y de privilegios.
“Tiene que ser una gente muy despierta, muy inteligente, y esto no tiene que ver con el nivel académico, porque hay quienes tienen licenciatura, maestría, doctorado, y son susceptibles a la manipulación.”
Enrique Méndez y Roberto Garduño / La Jornada