Ciudad de México. Al participar en la cumbre de líderes sobre cambio climático, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso hoy al gobierno de Estados Unidos financiar el programa de reforestación Sembrando Vida en Centroamérica, como vía para que los campesinos obtengan visas y residencias en aquella nación.
Señaló que la migración no se resuelve con medidas coercitivas y, junto con el amor a la naturaleza, debe prevalecer la fraternidad universal.
El presidente López Obrador emitió su mensaje desde el salón Tesorería en Palacio Nacional, al término de la conferencia de prensa matutina.
Inició su discurso con un breve resumen de la política energética de México.
Explicó que aunque se han descubierto tres yacimientos de petróleo, estos hidrocarburos se dedicarán a cubrir la demanda de mercado interno y se acabará con la práctica de exportar crudo y comprar gasolinas.
De esta forma , abundó, se ayudará a evitar el uso excesivo de combustibles fósiles.
También estamos modernizando nuestras plantas hidroeléctricas para reducir el uso de combustoleo o carbón en la producción de electricidad, dijo el mandatario.
Agregó que la energía que se produce con agua es limpia y barata, de ahí que se haya decidido cambiar turbinas antiguas por equipos modernos, para aprovechar las aguas de los embalses para producir más energía sin construir más presas y sin causar afectaciones.
La tercera propuesta que compartió en la cumbre, con dedicatoria especial al presidente Biden, se refirió al programa Sembrando Vida que -comentó López Obrador- posiblemente sea el esfuerzo de reforestación más grande del mundo.
Precisó que laboran en ello 450 mil campesinos y campesinas que reciben un jornal de 5 mil pesos mensuales para sembrar árboles frutales y maderables en sus tierras o parcelas.
Al momento, indicó, se han sembrado 700 millones de plantas y se llegará a mil millones, para abarcar un millón de hectáreas.
El presupuesto es de 29 mil millones de pesos anuales, mil 400 millones de dólares anuales.
“La propuesta es que juntos ampliemos este programa en el sureste de mexico y en Centroamérica para sembrar tres mil millones de árboles adicionales y generar 1.2 millones de empleos.
“Nosotros asumimos nuestra responsabilidad económica y nos comprometemos a ayudar en la organización productiva y social, y usted presidente Biden, podrían financiar el programa en Guatemala, Honduras y El Salvador”.
El presidente López Obrador argumentó que con cuatro millones de hectáreas de árboles se absorben 70 millones de toneladas de bióxido de carbono por año.
Al final, como propuesta complementaria, y “con todo respeto”, dijo que el gobierno de Estados Unidos podría ofrecer a quienes participen en este programa que, después de sembrar sus tierras durante tres años consecutivos, obtengan una visa de trabajo temporal.
Y luego de otros tres o cuatro años podrían obtener hasta la residencia en Estados Unidos o su doble nacionalidad.
Como lo sabemos todos, finalizó, el fenómeno migratorio no se resuelve con medidas coercitivas sino con justicia y bienestar.
“Ademas, usted, presidente Biden, es un hombre sensible y sabe que el espíritu de trabajo y el deseo de superación del migrante es fundamental en el desarrollo de las naciones.
Con migrantes, con esos seres excepcionales, se han hecho cosas las grandes naciones.
Es cosa de ordenar los flujos migratorios y darles cauce con humanismo y juicio práctico”.
Junto con el amor a la naturaleza y la responsabilidad de heredar a las nuevas generaciones un planeta habitable – subrayó- debe también prevalecer la fraternidad universal.
Fabiola Martínez y Roberto Garduño / La Jornada