Ciudad de México. Petróleos Mexicanos (Pemex) mejorará sus finanzas de forma permanente en caso de enfocar sus recursos en los campos petroleros más productivos y poner en marcha una política que mejore sus gastos operativos, planteó este martes BBVA México.
En un análisis cuestionó el hecho de que la empresa productiva del Estado, en los próximos años, reciba más transferencias por parte del gobierno federal como ocurrió en 2020 y 2021, con el fin de sanear su situación financiera.
“Para mejorar sus finanzas de una manera más permanente, la empresa productiva del Estado tendrá que controlar mejor su gasto operativo y enfocar su inversión en los campos petroleros más productivos”, señaló.
De acuerdo con BBVA, la inversión total ha tenido un aumento progresivo en los últimos dos años, pues pasó de nueve mil 455 millones de dólares a 10 mil 783 millones de dólares entre 2018 y 2020.
“Estos dos incrementos anuales recientes parecen haber contribuido a que se haya frenado la caída en la producción petrolera durante 2020. Asimismo, el desarrollo de alrededor de 20 nuevos campos petroleros ha sido un factor relevante en la estabilización de la producción petrolera ante el declive natural de los viejos yacimientos de hidrocarburos”, mencionó.
Este hecho, señaló BBVA, parece haber influido “favorablemente” sobre la producción petrolera, misma que se ha estabilizado a un promedio de un millón 700 mil barriles diarios y con la expectativa que incremente 100 mil barriles diarios más para finales de este año.
«Adicionalmente, sería adecuado que se retomaran las asociaciones con el sector privado, lo cual le permitiría a Pemex atraer capital y conocimiento para la exploración y producción de nuevos campos, en particular en aguas profundas”, insistió.
Menor carga fiscal a Pemex son presiones para el gobierno
Por otra parte, la institución financiera indicó que si bien el hecho que el gobierno federal haya reducido la carga fiscal a la petrolera, mediante la baja en la tasa de Derecho de Utilidad Compartida y otras acciones, esto se puede traducir en mayores presiones para la administración pública.
Detalló que la carga fiscal de Pemex influyó significativamente para que la proporción de impuestos y derechos en el ingreso corriente se redujera de 74.1 por ciento en 2005 a 32.8 por ciento en 2020.
“Esta reducción en la carga fiscal de Pemex se traduce en mayores presiones fiscales para el gobierno federal”, consideró.
Julio Gutiérrez / La Jornada