Al afirmar que México es de los países con mayor número de fraudes electorales en la historia, el presidente Andrés Manuel López Obrador expuso que se debe seguir hablando de democracia para evitar este tipo de delitos.
“Si México se hundió es por la falta de democracia que genera una terrible pandemia de corrupción”, expresó este lunes el mandatario.
Al ser cuestionado sobre las reformas que se deben presentar al sistema electoral, con una sonrisa respondió: Voy a dejar la investidura en un perchero imaginario. Porque me pueden multar y hasta arrestar, entonces mejor no”. No obstante, acotó que se debe seguir hablando de democracia. “Sobre eso no podemos callarnos, tiene que haber democracia en el país, se tiene que acabar los fraudes electorales, es una vergüenza lo que hemos vivido en materia de democracia”.
Tras apuntar que en gobiernos anteriores se registraron casos de compra del voto y reparto de despensas, subrayó que no sólo se recurría al relleno de urnas, acarreo o la entrega de dinero por votos, sino que se falsificaban actas en los cómputos, lo que llevó a un fraude cibernético en el 2006.
“En el caso del INE tenemos que buscar que esté a la altura de las circunstancias y que respeten la voluntad del pueblo, que haya elecciones limpias y libres”, pero eso depende de la gente, agregó.
De paso, criticó que grupos de intelectuales emitieron en 2006 un desplegado para “avalar el fraude electoral” y expresar que las elecciones fueron limpias. “Ahora estoy sorprendido, anonadado, que firmaron hace poco otro manifiesto pero ya son 2 mil 200 intelectuales ¿De dónde salieron tantos?”.
A la vez que refirió que en gobierno anteriores se otorgaron desde contratos a editoriales hasta becas para dicho grupo, quienes “en vez de contribuir a la transformación para desterrar de México el mal que más aqueja, la corrupción, en vez de eso se aferran en defender a ese régimen”, y consideró a este grupo como una élite intelectual y acomodaticia alejada de la gente humilde.
Lamentó qué haya pocos intelectuales que se hayan mantenido en la independencia en los últimos años, pero confió que después de su gobierno comience a surgir jóvenes que ocupen estos espacios.
“Mi deseo mayor es que suceda algo parecido a lo que sucedió en México después de la Revolución” cuando se desarrollan las artes, la literatura, el moralismo y la poesía, concluyó el mandatario.
Néstor Jiménez y Roberto Garduño / La Jornada