Berlín. La justicia alemana solicitó el jueves la detención de una empleada de un establecimiento para discapacitados cerca de Berlín, sospechosa de haber matado a cuatro personas y herido gravemente a una quinta, por una razón aún no aclarada.
Las víctimas, dos hombres y dos mujeres, fueron apuñaladas el miércoles por la noche en este centro de Potsdam, ciudad que limita con Berlín, según el diario Bild.
Las heridas que presentan las víctimas «son el resultado del uso de violencia intensa, extrema», dijo la policía en un comunicado, sin poder dar detalles sobre las circunstancias de los presuntos asesinatos ni sobre el arma homicida.
Una empleada, de 51 años, fue detenida por «fuertes sospechas» de ser la autora de los hechos, añadieron los investigadores, precisando que las motivaciones de los presuntos crímenes siguen en esta etapa «indeterminadas».
Se solicitó su prisión preventiva, pero no una posible internación en psiquiatría, precisó a la AFP una portavoz de la fiscalía de Potsdam, Hanna Urban. Debe ser llevada ante un juez, que decidirá sobre su detención preventiva.
La mujer detenida se niega hasta el momento a hablar sobre los hechos, afirma Bild. La portavoz de la fiscalía no quiso hacer ningún comentario.
Los cuatro fallecidos fueron hallados la noche del miércoles en diferentes habitaciones. Según los medios de comunicación locales, algunos internos vivían desde la infancia en esta estructura especializada, que comprende varias unidades de estancia más o menos larga.
El establecimiento de Thusnelda von Saldern Haus está especializado en acoger y apoyar a personas con discapacidades físicas o mentales, en particular ciegas o autistas. Unas 65 personas viven en este instituto, que emplea a más de 80 personas.
El sitio, gestionado por un proveedor diaconal de servicios especializados en los ámbitos de la salud, la educación y el empleo, incluye viviendas, escuelas y talleres de trabajo.
Se enviaron equipos especializados de la policía al lugar para recoger pruebas y rastros, mientras que los habitantes de Potsdam y los residentes depositaban flores y velas delante del establecimiento.
El líder de la región de Brandeburgo, cuya capital es Potsdam, Dietmar Woidke, afirmó estar «consternado por esta horrible noticia».
«Pienso en las víctimas y sus seres queridos», dijo, subrayando que se trataba de un «día difícil» para su región.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Mike Schubert, consideró que se trataba de un «acto incomprensible».
Una ceremonia en memoria de las víctimas está prevista el jueves por la noche, según Matthias Fichtmüller del consejo teológico del establecimiento.
AFP