Nueva York. El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) no considera, por lo pronto, desplegar fuerzas de paz nuevamente en Haití, un día después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, indicó ayer la representante permanente para Haití ante el organismo, la noruega Mona Juul.
“No estamos aún en ese punto”, respondió Juul ante periodistas cuando se le preguntó si la ONU enviará cascos azules de nuevo a Puerto Príncipe, medida que se adoptó por primera vez en 2004 tras el golpe de Estado contra el gobierno del presidente Jean Bertrande Aristide, pues se consideró que existía una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
En octubre de 2010, meses después de un devastador terremoto, las fuerzas de la ONU volvieron a Haití cuando en el país se declaró el primer brote de cólera de la era moderna. Más de 800 mil personas se contagiaron de la enfermedad que dejó al menos 10 mil muertos. Una investigación de Naciones Unidas concluyó después que fueron miembros de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, que habían estado antes en Nepal, quienes llevaron la enfermedad.
Estados Unidos se encuentra en proceso de responder a un pedido de la policía de Haití para recibir ayuda en la investigación del asesinato, declaró ayer el vocero del Departamento de Estado, Ned Price.
“Sabemos de la solicitud de la fuerza pública nacional de Haití para recibir asistencia en la investigación y Estados Unidos está respondiendo”, explicó Price a los medios de comunicación.
Por otra parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reafirmó ayer la disposición de Estados Unidos para brindar su apoyo a las autoridades de Haití en la investigación del asesinato de Moïse.
“Las autoridades haitianas están liderando las pesquisas, que por supuesto se encuentra en sus primeras etapas. Estamos listos y dispuestos a apoyarlas, pero vamos a dejar que las indagatorias se desarrollen”, manifestó Psaki en rueda de prensa.
El papa Francisco, en tanto, expresó su “tristeza”, por el asesinato de Moïse y condenó “toda forma de violencia”, en un mensaje divulgado ayer por la oficina de comunicación del Vaticano. El Pontífice, quien se encuentra internado en un hospital de Roma tras ser operado del colon, condenó “todas las formas de violencia como medio para resolver crisis y conflictos”, y deseó “un futuro de fraternal, armonía, solidaridad y prosperidad” al pueblo haitiano.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur expresó ayer sus profundas condolencias por la muerte del presidente de Haití. Mientras tanto, la cancillería señaló que tratará de garantizar la seguridad de alrededor de 150 sudcoreanos en esa nación, muchos de los cuales se dedican a la industria de la costura en el país caribeño.
Afp, Reuters, Sputnik y Prensa Latina