Barcelona. El separatista de izquierda Pere Aragonès fue elegido este viernes como jefe del Gobierno regional de Cataluña tras comprometerse a seguir una estrategia de diálogo para lograr la independencia de España.
Una repetición del caótico intento de secesión unilateral de la región nororiental en 2017 parece ahora improbable, al menos a corto plazo.
Aragonès, que obtuvo 74 votos en una asamblea regional de 135 escaños, ha prometido una agenda progresista en temas sociales, pero su principal desafío político será salvar las divisiones entre los partidos separatistas.
Su partido, Esquerra Republicana de Catalunya, y la formación de centroderecha Junts acordaron el miércoles renovar su coalición, poniendo fin a un largo estancamiento tras unas elecciones regionales de febrero que no dieron un ganador con mayoría absoluta.
Durante la sesión plenaria, Aragonès, de 38 años, instó al gobierno español a permitir un referéndum legal vinculante, citando el ejemplo de la votación de Escocia de 2014 sobre la independencia y las recientes presiones para realizar una nueva consulta, que han sido rechazadas hasta el momento por el Ejecutivo de Boris Johnson.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, que se opone a la secesión, inició el año pasado las conversaciones sobre el conflicto político de Cataluña a cambio del apoyo de Esquerra en el Congreso.
Se espera que las conversaciones entre Madrid y Cataluña se reanuden en breve.
Los dos partidos de la coalición han gobernado Cataluña desde 2016, pero Junts había ostentado la presidencia durante la mayor parte del periodo.
Esquerra y Junts quedaron en segundo y tercer lugar en la votación de febrero, ganada por escaso margen por el Partido Socialista, que se opone a la independencia y no consiguió la mayoría en el parlamento regional.
Reuters