Atlanta. El autor confeso de los tiroteos en tres salones de masajes en Atlanta fue acusado de asesinato por los ataques perpetrados el martes que dejaron ocho muertos y sembraron el pánico en la comunidad asiática de Estados Unidos.
Robert Aaron Long, un hombre blanco de 21 años, aparentemente ha negado cualquier motivo racista y se ha presentado como un «adicto al sexo» ansioso por acabar con «una tentación», dijo el capitán Jay Baker, portavoz de la Oficina del condado de Cherokee, donde el tirador fue arrestado.
Pero los investigadores creen que es prematuro pronunciarse sobre el verdadero móvil de la masacre.
Seis de sus ocho víctimas son de origen asiático, cuatro de ellas, surcoreano. Siete son mujeres.
A lo ancho de Estados Unidos se les realizaron homenajes, que fueron a la vez protestas por el incremento de ataques contra la comunidad asiática.
Sin hacer referencia a las investigaciones en curso, el presidente Joe Biden destacó que «los estadounidenses de origen asiático están muy inquietos».
«La violencia» contra esta minoría es «muy preocupante», agregó.
La tragedia ocurrió en momentos en que esta comunidad denuncia estar sufriendo un aumento de los ataques verbales y físicos desde el inicio de la pandemia de coronavirus, que apareció en China a fines de 2019.
Long, quien admite los hechos, «insinuó que tenía problemas de adicción al sexo y que pudo haber frecuentado varios de estos lugares en el pasado», dijo Baker.
La Policía Federal pretende ayudar a los investigadores locales a verificar sus declaraciones, buscando en las redes sociales e interrogando a sus familiares.
En tanto, las miradas se han dirigido también hacia Baker, quien durante su conferencia de prensa dijo que Long había tenido «un mal día».
Tras esta declaración, el sitio web Buzzfeed publicó un mensaje supuestamente de la cuenta personal de Facebook de Baker en el que se muestra promocionando camisetas con una frase que describe al Covid-19 como un «virus importado» de China.
AFP