Ciudad de México. En otra señal del renacimiento del entretenimiento en vivo, Bruce Springsteen regresó a Broadway la noche del sábado, montándose una guitarra y reviviendo un espectáculo para un público que incluía a un miembro de su E Street Band y al gobernador de su estado natal.
“Ha tardado mucho en llegar”, aseguró Springsteen a una multitud después de terminar su primera canción, alejándose del micrófono y hablándole directamente. “En 71 años en el planeta, no he visto nada como en el pasado”.
Springsteen volvió a la vida cultural a Nueva York, para resonar a través del escenario del teatro Saint James, donde no se vieron fascinantes números musicales o extraordinarias puestas en escena. El espectáculo fue un hombre solo en el foro, su grupo, un micrófono, una armónica, un piano y seis cuerdas de acero de su guitarra.
“Estoy aquí esta noche para dar una prueba de vida”, llamó Bruce Springsteen desde el principio a mil 721 asistentes, muy pocos con cubrebocas, todos vacunados y luego se escuchó Growin’ Up.
El Jefe fue claramente emocional. Se secó las lágrimas hacia el final de su programa, que mezcló recuerdos personales con interpretaciones de sus canciones. Afirmó que el nuevo verano le permite pasar más tiempo, en sentido figurado, con su difunto padre y otros parientes caídos.
En el concierto, habló largo y tendido de su madre, Adele Springsteen. “Ella padece Alzheimer desde hace una década. Tiene 95 años, pero esa necesidad de bailar es algo que no la ha dejado. No puede hablar, pero cuando me ve, hay una sonrisa”.
También se refirió a los disturbios civiles. “Vivimos tiempos preocupantes. Ciertamente no en mi vida, sino en la supervivencia de la democracia en sí, que está profundamente amenazada”.
En medio del nuevo material (que incluye duetos con su esposa, Patti Scialfa), los temas del programa Springsteen on Broadway fueron encontrando rápidamente su ritmo.
“Es bueno verlos sin cubrebocas”
Emocionados de estar de regreso, los fanáticos vitorearon las palabras del músico con tanta frecuencia, que tuvo que decirles que se calmaran para que el espectáculo no se demorara toda la noche. Su guitarrista de toda la vida, Steven Van Zandt, recibió una ovación de pie cuando se sentó entre el público. “Es bueno ver a todos aquí esta noche sin cubrebocas, sentados uno al lado del otro”, exlcamó El Jefe.
El público tuvo que mostrar comprobante de vacunación para ingresar al teatro. Eso atrajo a un grupo de manifestantes contra la inoculación que se reunieron en la entrada y acusaron a Springsteen de promover la segregación.
Adentro, una de las asistentes, Gina Zabinski, de Wyomissing, Pensilvania, sostuvo que fue increíble disfrutar música en vivo nuevamente. “Voy a llorar. No pensé que lo extrañaría tanto”, agregó la mujer, que llevó al concierto a su hijo, Zak, un estudiante de teatro musical en la Universidad de Miami. “Creo que lo di por sentado, porque íbamos a espectáculos todo el tiempo”.
Otro fan, Benjamin Smith, de Filadelfia, comentó: “No puedo pensar en una mejor persona que nos ayude a volver a la normalidad”. Springsteen indicó que él y su familia tuvieron suerte durante la pandemia y pudieron mantenerse saludables y ocupados.
También se refirió a su arresto el 14 de noviembre de 2020 por manejar en estado de ebriedad y conducción imprudente en Nueva Jersey. “Tuve un podcast con el ex presidente de Estados Unidos (Barack Obama). Me esposaron y me metieron en la cárcel”. Esos cargos fueron luego desestimados, porque tenía un nivel de alcohol en la sangre por debajo del límite legal del estado y pagó una multa por beber dos tragos de tequila en un área donde no se permitía.
De los duetos que hizo con su esposa, presentó la versión ardiente de Fire, canción que se convirtió en un éxito de 1978 para las Pointer Sisters. En una clara referencia al asesinato de George Floyd, Springsteen interpretó su tema sobre un tiroteo policial, American Skin (41 Shots), de pie en el escenario con un foco rojo sangre.
Cada semana trae nueva evidencia de la reanudación de la vida en el entretenimiento después de una pausa de 15 meses por el Covid-19. Se están reservando festivales y giras de conciertos, y Springsteen planea llevar a su banda de tour el próximo año. Los Foo Fighters reabrieron el Madison Square Garden de Nueva York a la música con un concierto catártico el 20 dejunio.
Ap y La Jornada