Durante el periodo neoliberal se hicieron reformas constitucionales con el objetivo de “saquear los bienes de la nación”, sostuvo este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su gestión, agregó, se revirtió “lo principal porque, la verdad es que durante todo el periodo neoliberal se dedicaron a modificar la constitución para legalizar el saqueo, el robo, para eso fueron todas esas reformas”.
En su conferencia de prensa diaria, que este lunes realizó desde las instalaciones de la octava región naval en Acapulco, Guerrero, el mandatario insistió que se puede probar “cómo fueron ajustando el marco constitucional, el marco legal, para llevar a cabo el saqueo de los bienes de la nación, desde Salinas hasta el último gobierno neoliberal”.
Como ejemplos, expuso los aumentos de impuestos con la reforma fiscal; la “entrega de bancos y empresas públicas”, con la desincorporación de bienes públicos. En lo laboral, la reforma ”para la famosa subcontratación u outsourcing, y poder contratar trabajadores por hora y despedirlos sin garantizarles derechos laborales”.
También, dijo, se hizo para privatizar la industria eléctrica y el sector petrolero, así como la educación.
En contraparte, entre los cambios legislativos que se han hecho en su sexenio, apuntó que se estableció como delito grave la corrupción y el huachicol, la creación de la Guardia Nacional o elevar a rango constitucional el derecho a la pensión de adultos mayores, para niñas y niños con discapacidad, becas académicas y medicamentos gratuitos.
Cada año tendrá que haber más presupuesto para ello “esté quien esté en el gobierno. Para poder dar marcha atrás a esa reforma se necesitarían contar con el apoyo de las dos terceras partes de los legisladores del Congreso, mayoría calificada. Y eso ya no lo van a poder tener; lo que diga mi dedito”, indicó a la vez que hacía una señala de “no”.
No obstante, destacó que faltan tres reformas, una de ellas para que se fortalezca la Comisión Federal de Electricidad porque la querían “destruir, dándole toda la preferencia a las empresas extranjeras, en especial a las españolas”.
Explicó que se requiere darle preferencia a las empresas públicas por arriba de las particulares para que no aumente el precio de la luz, porque las segundas van por la “ganancia, el lucro”.
La CFE se debe proteger porque “iba en picada” y el 65 por ciento de la energía era adquirida a particulares, con subsidios, mientras que la empresa del Estado generaba el 35 por ciento. “Lo más reprobable, las grandes corporaciones pagan proporcionalmente menos luz, menos por la luz, tarifas más bajas de lo que pagan los usuarios”, agregó.
La segunda reforma pendiente, coninuó, “es lo que tiene que ver con la Guardia Nacional, no quiero que pase lo que pasó con la Policía Federal, que se echó a perder porque se corrompió, no se procuró que fueses una corporación con disciplina, con profesionalismo”. Con el cambio que propone se busca que queden adscritas a la Secretaría de la Defensa Nacional para tener la garantía que ese cuerpo de seguridad “no se va a podrir”.
También, dijo se requiere otra más en materia electoral para concretar la erradicación del fraude electoral. Aunque en el pasado proceso “ya no hubo una elección de Estado”, advirtió que “todavía falta, y sobre todo, hay que reducir el costo de las elecciones”.
El INE representa el aparato electoral más costoso del mundo, adujo el presidente, y se pronunció nuevamente por reducir las prerrogativas a los partidos políticos.
Con dichas reformas, concluyó, se mantendrían bases sólidas para proteger los cambios que ha hecho su gobierno y “que no puedan fácilmente echar abajo lo logrado”, o que les cueste trabajo hacerlo, ya que, “el partido más conservador de México”, surgido en 1939, votó en contra de elevar a rango constitucional programas como las pensiones para adultos mayores.
Néstor Jiménez y Roberto Garduño, La Jornada