Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer hoy el oficio recibido por su gobierno, de su contraparte estadunidense, en el cual se incluye al gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, en una lista de personas acusadas de cometer el delito de lavado de dinero.
Al sostener que él no dio instrucciones para el procedimiento en contra de García Cabeza de Vaca, advirtió, sin embargo, que su administración no será tapadera ni hazmerreir como ocurría antes cuando se recibía una información de este tipo y, en lugar de actuar, se permitía la corrupción y la impunidad.
Al mismo tiempo dejó en claro que el futuro del mandatario estatal está en manos de otras instancias, no de la Presidencia de la República. Incluso mencionó que, en su caso, el Senado tiene facultades constitucionales para nombrar un gobernador provisional en Tamaulipas.
Subrayó que, al igual que en el caso del general Salvador Cienfuegos –ex secretario de la Defensa Nacional-, él dio la orden de difundir todo el expediente elaborado por Estados Unidos para demostrar que no había acusaciones en firme contra el ex funcionario. Ahora se hará lo mismo con el caso del mandatario estatal, anticipó.
En la conferencia de prensa matutina se le preguntó acerca de las acusaciones de García Cabeza de Vaca, quien tras conocer la orden de aprehensión girada en su contra dijo que la instrucción había salido de Palacio Nacional.
El mandatario respondió en principio que el caso lo trata la Fiscalía General de la República (FGR), institución independiente y autónoma, subrayó, y luego rechazó los dichos del tamaulipeco.
“Yo no estoy dando instrucciones, no es mi fuerte la venganza, no soy hipócrita, no soy de dos caras, como lo son los conservadores, esa es su doctrina, la hipocresía. No.
“También yo no puedo como titular del Ejecutivo encubrir a nadie, no soy tapadera. Si al gobierno que represento llega un oficio, para que se entienda bien, con todas las implicaciones que pueda tener, porque por encima de todo está la verdad, la justicia y yo represento al Estado mexicano por encima de todo”.
Entonces, añadió, «si es correcto o no es correcto, si es lo jurídicamente correcto, les voy a dar a conocer ahora mismo un oficio – enviado vía la embajada de Estados Unidos- solicitando información del señor Cabeza de Vaca por una investigación que ellos tienen de un presunto lavado de dinero».
En ese punto, pidió a su equipo en ese momento difundir en el salón el oficio del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
“Si me haces favor de pedirle a Laura. Voy a hacer lo mismo que hice con el general Cienfuegos porque en ese entonces la opinión de los abogados, incluso de los nuestros, era que no diéramos a conocer el expediente.
“Yo di la orden que se diera a conocer el expediente completo, porque de lo contrario lo iban a utilizar nuestros adversarios de que estábamos protegiendo al general, pero era necesario que la gente supiera que le habían fabricado el expediente”.
Se molestaron mucho conmigo – agregó- “pero ya cambió la situación en México y la verdad por delante.
“Entonces, lo mismo, porque si no, los adversarios nuestros pues pueden llegar a confundir a decir ‘es una persecución política, está ordenada por el presidente, es con propósitos electorales’. No, imagínense qué sucede si a este señor lo detienen en Estados Unidos, ¿cómo quedamos nosotros? Como hemos quedado por décadas, como tapaderas, como el país de la corrupción, de la impunidad, y eso se acabó”.
Carta del Departamento de Justicia
La misiva fue enviada a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
El vocero y coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, dio lectura a la misma:
“Es una carta del Departamento de Justicia de Estados Unidos, está dirigida al doctor Santiago Nieto Castillo (titular de la UIF).
‘Estimado doctor, por medio del presente me es grato saludarle e informarle que la Oficina del Agregado Jurídico FBI está llevando a cabo una investigación preliminar en relación a unos individuos y entidades corporativas los cuales se cree están involucrados en el lavado internacional de activos, se han identificado operaciones financieras y/o viajes internacionales en los Estados Unidos, México y otros países”.
A continuación se dan los nombres de los individuos involucrados.
Luego el presidente López Obrador indicó que “ellos saben bien que no podemos nosotros guardar nada y es muy probable que se haya enviado la investigación a la Fiscalía General de la República, porque todo lo que tiene que ver con ese tipo de actividades, más si viene de un gobierno extranjero, porque no queremos ser el hazmerreir de nadie y no hay impunidad.
“Les comentaba yo que antes mandaban información así y no se contestaba o si se hacía se decía que no había delitos que perseguía, se blanqueaba a quienes se perseguía desde el extranjero”.
Entonces, ya no, remarcó. “La investigación está abierta, pues para que no se esté pensando de que es un asunto (mío), ni modo que yo tenga que ver con este señor, el jurídico, no lo conozco, ni con el FBI, ni con la DEA, ni con la CIA”.
Eso lo tiene que resolver la fiscalía, el Poder Judicial, insistió.
“Hay que esperar a ver qué va a resolver la fiscalía, el Poder Judicial, no sólo el juez que autoriza la orden de aprehensión sino la Suprema Corte, el Poder Legislativo, en especial el Senado de la República, son las instituciones que tienen que intervenir en estos casos”.
“Yo nada más quiero que quede claro, porque hicieron una conferencia de prensa defendiendo al señor los dirigentes de su partido, echándome la culpa. Entonces, por eso aclaro: ¿Qué tiene que ver el Ejecutivo? Esto. Si nos mandan el oficio así, ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos callados?
“No es con nosotros, es con la ley y con instancias que tienen que ver con organismos autónomos independientes, la fiscalía, el Poder Judicial, la Cámara de Diputados que es la que lleva a cabo el desafuero, el Senado, que de acuerdo con la Constitución tiene facultades para intervenir en casos como éste”.
Fabiola Martínez y Roberto Garduño / La Jornada