Puede que los animales que ves el principio te parezcan camellos, pero no es así, se trata de un dromedario, y aquí te diremos cómo diferenciarlos y para qué.
El número de jorobas es la principal diferencia que los distingue, de acuerdo a Camel Park, pero los dos tienen más características propias de las que pueden parecer a simple vista, así como los otros cuatro miembros de la familia Camelidae.
Principalmente, los dromedarios tienen una única joroba mientras que los camellos tienen dos.
En ambos casos, la joroba es un una especie de depósito de tejido de contenido graso. Existe la creencia de que los jorobas están rellenas de agua, cuestión que es completamente falsa, pero sí tiene una función para retener la hidratación.
Entre las diferencias fundamentales de un camello y un dromedario es que provienen de lugares distintos:
Los camellos son originarios de Asia Central.
Los dromedarios proceden de la Península Arábiga.
Esto implica varias de sus características.
Los dromedarios con su pelaje corto están más preparados para soportar temperaturas altas que los camellos. Situaciones que superan los 50ºC en Arabia.
Por otro lado, los camellos tiene más pelaje pueden soportar temporadas largas de frío en el invierno. Estas situaciones pueden llevarlos a -40ºC.
A pesar de que la mayoría de nosotros reconoce las protuberancias de los camellos y dromedarios como jorobas, también reciben el nombre de giba, que sería el nombre más correcto, ya que sirve para denominar con precisión esta región del cuerpo de algunos animales que la poseen de manera natural.
Los camellos son más pequeños que los dromedarios. El dromedario es más alto ya que, sus patas son más alargadas (alejando así del calor que transmite el suelo).
Por su parte, el dromedario puede alcanzar los dos metros de altura y los camellos no suelen pasar del metro y medio.
Es de destacar, que con el peso, pasa todo lo contrario. Los camellos son más pesados que los dromedarios.
Algo muy importante para tener en cuenta es que las reacciones agresivas del dromedario son muy conocidas.
Por otro lado, los camellos son mucho más tranquilos y es extraño ver en ellos una reacción agresiva.