Conversa hoy AMLO con Díaz-Canel para agradecer envío de médicos a México

Foto ‘La Jornada’ / Archivo

El presidente Andrés Manuel López Obrador conversará hoy con su homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, para agradecerle su generosidad al enviar especialistas médicos cuando México atravesaba por un pico de contagios por coronavirus.

En la conferencia de prensa matutina – hoy de hora y media, menos tiempo que lo usual-, el mandatario agradeció a los “pueblos hermanos” que nos han ayudado a enfrentar la pandemia y llevar a cabo el plan nacional de vacunación.

“Estamos optimistas porque se está avanzando según lo planeado; no hemos tenido ningún problema de abasto de vacunas y no habrá en el futuro”, dijo.

Mencionó el apoyo de los gobiernos de Rusia, China, India, Estados Unidos, y, de manera especial a Cuba.

“El pueblo cubano, el pueblo hermano de Cuba y su gobierno nos ayudaron en momentos difíciles, cuando se incrementó el número de contagios en el país ellos nos enviaron alrededor de mil trabajadores de la salud, enfermeras, especialistas y médicos.

“Ya se han retirado después de ayudarnos a operar hospitales que teníamos concluidos, el hospital del Issste de Tláhuac, para 200 camas, terminado, equipado, pero sin médicos especialistas, sin enfermeras, y enfermeras, médicos cubanos se hicieron cargo de este hospital, y lo mismo de hospitales de la secretaría de la Defensa”, señaló.

Y hoy le agradeceré este gesto solidario de manera directa porque hablaré con el Presidente de Cuba.

Luego dijo que ya se informó lo relacionado a la situación actual y dijo que hoy el subsecretario Hugo López-Gatell ampliará los datos.

El Presidente confundió la hora de la conferencia de prensa nocturna en Palacio Nacional y en lugar de decir a las siete de la noche dijo “a las cinco”, cuando le hicieron ver el error, bromeó: “Hoy a las siete ¿a qué hora dije?, a las cinco. Pues es el Covid, el postcovid”.

Luego dio por concluida la sesión mañanera «porque ya es tiempo del desayuno, del café con leche con pan, chopeado».

Fabiola Martínez y Roberto Garduño / La Jornada