Washington. Un amerizaje «suave» y una «experiencia única», un poco diferente a los aterrizajes a bordo de las naves rusas Soyuz: los astronautas que regresaron el domingo de la Estación Espacial Internacional (ISS) en una cápsula de la empresa SpaceX describieron este jueves su regreso a la Tierra, tras más de 160 días en espacio.
«En un momento me decía a mí mismo ‘respira’, ‘inhala’. Porque me sentía muy pesado», relató el estadounidense Victor Glover, uno de los cuatro astronautas de la tripulación llamada Crew-1.
«Algo así como esos personajes de dibujos animados cuando se enfrentan a la fuerza g (aceleración) y sus caras giran hacia abajo», describió el integrante de la primera misión regular en ser enviada y traída de vuelta de la ISS por la compañía del multimillonario Elon Musk.
Los astronautas viajaron a bordo de la cápsula Crew Dragon, que llegó al mar, en Florida, en la noche de sábado al domingo.
«Esperaba que fuera algo tan duro que cuando ocurrió finalmente de verdad era un poco menos de lo que imaginaba», añadió Glover durante una conferencia de prensa. El peso de la aceleración estaba concentrado «en el pecho», describió, «lo que hacía difícil la respiración».
Pero «el despegue y el retorno son experiencias muy singulares», subrayó.
«El impacto fue verdaderamente mínimo y justo después del amerizaje sentimos las olas», contó de su lado el japonés Soichi Noguchi. «Volvemos al planeta azul (…), es un sentimiento genial».
La NASA firmó contratos con SpaceX para poder volver a enviar astronautas al espacio desde suelo estadounidense, algo que no resultaba posible desde 2011 tras el final del programa de transbordadores espaciales. Estaban obligados hasta ahora a viajar con las naves rusas Soyouz, que aterrizan en tierra firme.
«Amerizar en el agua era interesante porque ninguno de nosotros sabía qué esperar», contó la estadounidense Shannon Walker. «Desde mi punto de vista, era un poco más suave que llegar a tierra».
En un futuro cercano civiles que no sean astronautas profesionales viajarán en Dragon para misiones de turismo espacial. Y a la pregunta de si estas personas comunes podrán soportar la entrada en la atmósfera con este vehículo.
«Creo que podrán soportarlo tan bien» como nosotros, dijo el estadounidense Mike Hopkins.
Ese último fue el primero en levantar la mano a la pregunta de si estarían dispuestos a viajar de nuevo, mientras que Glover fue el único que no lo hizo.
«Estoy muy feliz de estar en tierra firme y voy a aprovecharlo un tiempo», explicó con una gran sonrisa.
AFP