Brasilia. El presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, ofreció al senador Ciro Nogueira el cargo de jefe de gabinete para apuntalar su apoyo en el Congreso, tras una caída de su popularidad y la creciente indignación popular por su gestión del segundo brote de Covid-19, el más mortífero del mundo.
Nogueira, líder del Partido Progresista (PP), de centro derecha, tuiteó ayer que aceptó el cargo y se espera que rinda protesta esta semana, lo que lo convertirá en el ministro más cercano a Bolsonaro, en sustitución de un general retirado.
El gobernante brasileño busca aliados para protegerse de pedidos de destitución y de una investigación del Senado por irregularidades en la compra de vacunas contra el Covid-19.
Nogueira pertenece al mismo partido que el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, quien se ha negado a aceptar ninguna de las docenas de solicitudes de destitución presentadas contra Bolsonaro.
“El nombramiento solidifica la presencia de este partido clave en el gobierno y da a Bolsonaro cierta tranquilidad”, declaró Lucas de Aragao, socio de la consultora de Brasilia Arko Advice.
El mandatario aún tiene que decidir a qué partido se unirá para buscar la relección el próximo año, y el PP probablemente se convertirá en el principal componente de cualquier coalición que intente formar, señaló Aragao.
Los sondeos muestran una caída de la popularidad de Bolsonaro por su gestión de la pandemia, la cual ha minimizado a pesar de la muerte de 550 mil brasileños.
Las encuestas también muestran que perdería por amplio margen frente al líder izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva si las elecciones se celebraran ahora.
Por si fuera poco, la investigación del Senado ha implicado al jefe de filas del gobierno en la cámara baja, Ricardo Barros, también del PP, en el escándalo de un contrato de compra de 20 millones de dosis de la vacuna Covaxin, fabricada por la india Bharat Biotech.
Nogueira es uno de los líderes de la coalición de “centro” que Bolsonaro ha abrazado para sobrevivir políticamente, a pesar de que decenas de sus legisladores han enfrentado investigaciones por corrupción.
Reuters