Cannes. Todo listo para el rencuentro en Cannes, el retorno “físico” del Festival de Cine más prestigioso del mundo tras la ausencia pandémica del 2020. Sobre las fachadas de los hoteles más exclusivos, cuelgan escenas de clásicos con grandes protagonistas que nos hacen rememorar tantos besos tórridos y románticos robados por el coronavirus.
En la Croisette se ha visto de todo en el transcurso de su historia, desde escándalos políticos y sexuales, hasta amenazas por el terrorismo. Sin embargo, ahora el desafío es volver a disfrutar del séptimo arte, reunir a los cinéfilos de todo el planeta por doce días maratónicos, pero manteniendo el distanciamiento debido.
Eso sí, nada de abrazos en los encontronazos con los colegas y amigos, tan sólo un saludo afable con el codo, según el protocolo. Para permitir a las celebridades quitarse unos segundos la mascarilla para las fotos oficiales, fue necesaria la autorización del Prefecto. Y para prevenirles dolores de cabeza a las autoridades francesas, frente a la amenaza de una “cuarta ola” a fines de julio por culpa de la variante Delta, Cannes ha tomado todas las precauciones del caso.
El mejor emblema es el centro de vacunación dentro del Palacio del Cine, a un costado de la oficina de Turismo. Según datos oficiales, la mitad de los habitantes han recibido ya la segunda dosis de la vacuna, por lo que actualmente hay muy pocos contagiados.
De los valientes festivaleros de siempre, casi la mitad han desertado a esta importante cita cinéfila, ya sea por la imposibilidad de venir debido a la imposición de la cuarentena a algunos países, como Brasil, Chile, Argentina e India, mientras otros prefirieron no sucumbir a los severos controles y restricciones para ingresar a las salas de cine, cuya entrada se adquiere por internet. En efecto, es obligatorio tomar –vacunados o no- la prueba del PCR cada dos días. Desalentados por ello, numerosos asiáticos, británicos y norteamericanos han renunciado a desembarcar en la Croisette. Incluso el presidente del Jurado, el director Spike Lee, tuvo que hacer cuarentena en París (Quien sabe si por ello aparece de cabeza en los enormes carteles del Palacio del Cine).
Tampoco se escuchan aun sonajas de fiestas hollywoodenses en las villas más exclusivas de la Riviera Francesa. Frente a las playas de la Croisette, los restaurantes solo cuentan con la tercera parte de las reservaciones que usualmente los mantenía atiborrados. Los grandes hoteles solo pueden ofrecer alguna habitación libre, algo impensable en tiempos de festival, y hasta el legendario Carlton ha cerrado por trabajos de remodelación. Algunos auspiciantes que solían ser infalibles se encuentran ausentes. Pero en compensación, todos podremos gozar del Cinema de la Plage, al abierto.
Claro que Francia no cede y espera rencontrar un poco de su glamour con una pasarela llena de reconocidas divas, Marion Cotillard, Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Juliette Binoche, Charlotte Gainsbourg, entre otras. Además, de contar con una Selección Oficial donde resaltan, sin duda, siete directores franceses, y uno fuera de Competición Y con pocos nombres estadunidenses y casi ningún latinoamericano ¿Será el principio de una nueva era?
Daniela Creamer / La Jornada