Hay 7 familias que son capacitadas en Ciudad Juárez para ingresar a un programa de acogida diseñado para recibir a niños migrantes, informó Dora Giusti de la oficina de Unicef en México.
Debido al incremento del flujo migratorio este año, colaboran con soluciones de cuidado para niños no acompañados y acompañados. De igual forma, trabajan piloteando centros de recepción en la comunidad, explicó.
Unicef México –dijo– construye una ampliación del programa de familias de acogida que consiste en familias que reciben a menores migrantes privados temporalmente del cuidado temporal.
Pueden ser niños mexicanos o de otras nacionalidades, que estén en situación de migración, precisó Giusti.
“Unicef está trabajando con la procuraduría de Juárez acompañando desde un punto de vista técnico para la atención de casos, y con albergues de la sociedad civil para la atención psicosocial y círculos de aprendizaje a población de albergues”, detalló.
El programa de familias de acogida empezó en el año 2017. Actualmente tiene 54 familias en la ciudad de Chihuahua que atienden a 74 niños y adolescentes, indicó.
En cuanto a la atención de la niñez en esta frontera, Giusti señaló que tienen diferentes desafíos y oportunidades tanto en el estado como aquí, igual que en todo el país.
Lo anterior, porque hay un incremento de la violencia tanto a nivel comunitario, como en el ámbito escolar y en el hogar.
Retorno de migrantes, desafío institucional
Giusti resaltó que existe buena disposición de gobierno y sociedad civil para fortalecer el tema de cambios de comportamiento y la prevención en diferentes entornos.
En el caso de la migración por sí sola, dijo que representa un desafío para la infancia y para la respuesta institucional, porque este año hay aumento de niños y familias, pero en particular, incremento de niños no acompañados.
“Ciudad Juárez, siendo fronteriza, ha recibido el retorno de la población mexicana, pero también de los expulsados bajo el título 42”, indicó.
“Esto ha puesto un desafío institucional grande para dar una respuesta, una atención adecuada. Pero ahí también hay disponibilidad de colaborar de gobierno y sociedad civil y otras agencias de Naciones Unidas”, ponderó.
A pesar de esa disponibilidad, aclaró, definitivamente en el tema de migración, la capacidad de las autoridades y sociedad civil se ha visto limitada.
“En el contexto de la pandemia ha sido mucho más difícil, porque los albergues no pueden llenar su cupo, hay que implementar ciertos protocolos”, puntualizó la funcionaria.
El flujo migratorio constante no permite controlar o detener o prevenir el contagio de cierta forma.
En paralelo, la violencia en el hogar ha aumentado porque ha aumentado el nivel de estrés y la inseguridad económica, apreció Giusti.
En ese sentido, dijo que se ha hecho necesario tener servicios de respuesta, mecanismos de reportes y de atención a familias, y niños. Además, prevención e información de cómo manejar la situación en el hogar cuando hay más tensión.
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